sábado, 30 de mayo de 2009

Carta de Jhon Lee (padre de Amy Lee)

Querido Neil (padre de Kris),

Ya pasó un año desde que tu y Kimberly trajeron a Kris a mi casa a que toque para mí. La diferencia que hace un año!

Kris tocó unas canciones y como tu sabes, nosotros realmente pensamos que él tenía el “paquete completo” (talento, originalidad, maestría musical, edad, apariencia). Era lo mejor que había visto en Arkansas central.
En ese momento, él estaba considerando una audición para American Idol y parecía la mejor opción con las compañías discográficas tratando de buscar su lugar en medio de la nueva tecnología.

Después de que se fueron esa noche, le dije a mi familia, “es una lastima conocer a alguien que sé que tiene todas las herramientas para lograrlo y no puedo hacer nada por él”. Imagina lo orgullosos que estuvimos cada Martes y Miercoles mirando el continuo éxito de Kris.

Cuando Amy y Evanescence estallaron en la escena en 2003, la vida se puso interesante. Recibí una cantidad aplastante de llamadas y mails de parientes, amigos, y personas de las que apenas me acordaba.
Una vez que la gira empezó, pensé que trabajaba para Ticketmaster, intentando acomodar todas las demandas de boletos y pases de back-stage.

La gente empezó a tratar a mi familia diferente y pensó que éramos instantáneamente ricos. Piensan que estás en la nómina (preparate para levantar todas las etiquetas en los restaurantes).

La vida de Amy se volvió un torbellino. Se puso difícil ir a lugares con ella.
A través de toda la excitación, tumulto, tensión y euforia, nuestra familia comprendió la necesidad de la normalidad. Después de todo, nuestra hija seguía siendo de una chica de 21 años de Maumelle.

Leí un artículo sobre Ringo Starr y cómo su vida cambió desde la primera vez que viajó a Estados Unidos con The Beatles y quería irse a casa y tener una comida normal con su familia.
Cenando, derramó una tasa de té y estaba sorprendido del alboroto que su familia hizo apurándose para limpiarlo y hacer que todo este bien. Lo estaban tratando como de la realeza. Él estaba triste por entender que las cosas no iban a ser lo mismo.

Después de leer eso, mi familia supo que la normalidad era la única cosa que podríamos ofrecerle Amy que nadie pudo.

Cuando ella viene casa duerme en el sofá de abajo, hace su propia cama y pone sus platos en el lavaplatos. Es una más de los chicos y se la trata igualmente.

Realmente creo que tu hijo no lo querría de otra forma. Tiene que haber un refugio real para la locura.

Así que, a ustedes, Kimberly, Daniel y Katy: ¡Disfruten el paseo! Pero recuerden - ser normal es una cosa hermosa.
John Lee

Hermoso lo que escribio... me voy espoero les guste...

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